lunes, 9 de julio de 2018

-VIDAS ENCONTRADAS- vol IV //INFLUENCER//




                Todo lo mueve la imagen. Hemos llegado al extremo del desprecio a lo invisible para adorar lo visual.
Una impronta lo es todo, aunque sea falsa. A esto se resume la actualidad: a simples directrices encaminadas por la figuración, a brazos abiertos hacia el oscurantismo que abdica al marketing idealista, creando los mayores monstruos que una sociedad puede crear.
La falsedad representativa del icono partidista que es cebado por el poder hasta hacerlo explotar. La figura cultural actual sólo crea más incultura.

                Doy una calada a un Treasure Black mientras guardo la cajetilla de aluminio en el bolsillo interior de mi chaqueta. Son las diez de la noche y el cielo de Madrid es una grieta de estrellas a través de los edificios decimonónicos del centro de la ciudad.
Atuso mi barba mientras doy otra calada. Me molesta tanta cantidad de pelo en la cara y desencadeno un chasquido molesto.
Me aliso el pelo engominado recogido en una coleta; parece que está perfecto.

La sala de arte donde estoy invitado queda frente a mí. Como de costumbre he llegado unos minutos antes de la apertura, me gusta ver el devenir nervioso antes de una inauguración. Por supuesto saben que debe pasar una media hora hasta que lleguen los personajes más ilustres; es costumbre llegar tarde, una muestra del protocolo moderno.

Miro de nuevo mi reloj: las diez y media. La luz verdosa del Tag Heuer se desvanece en perfecto decrescendo. Comienza el baile.
Me encamino hacia la puerta de la sala mientras un Rolls Royce se detiene frente a la galería.

- ¡Luís!

Aquella voz aguda era inconfundible. Giro la cabeza en dirección al auto y observo al personaje salir por la puerta trasera derecha del Rolls.

- ¡Fabio! Que gusto verte - me dirijo hacia la posición del italiano y estrecho su mano con efusividad.

Pero algo me descentra. Del interior del coche surge la más bella imagen que había visto en años, un ángel centelleante que mostraba las mismas puertas del cielo y me recordaba porque Helena desencadenó la guerra de Troya.
Pelo castaño, ojos verdes intensos, ceñida con un Tom Ford que combinaba a la perfección con su tono de piel. Unos vertiginosos tacones Jimmy Choo que enmarcaban unas piernas torneadas y un Hermès de mano que cerraba un conjunto de infarto. No llevaba joyas, ni unos discretos pendientes, no le hacían falta.

- Luís, déjame que te presente. Ella es Marta Cabali, el nuevo fichaje de la empresa - relató Fabio con orgullo.
- Encantado Marta. Soy Luís de la Vega - nos presentamos con el amistoso saludo habitual.
- Lo mismo digo - ella sonríe y quedo abstraído por su presencia.



                - … No se expresar toda la emoción que siento al poder exponer hoy en mi ciudad. Un sueño se ha cumplido. Esta colección está inspirada en mis raíces y por ello todos los cuadros están pintados con algo tan personal como mi propia sangre. Todo está basado en mi juventud: mis padres, mis abuelos, mis amigos y mis enemigos.
<< Quiero agradecer a Luís de la Vega - todas las miradas se centran en mí - que haya dedicado parte de su valioso tiempo a asistir a mi colección - bajo previo pago y acuerdo en el artículo de opinión de mañana - espero que te guste y disfrutes de cada cuadro.
<<Gracias - un comedido aplauso invade la galería y queda inaugurada la exposición.

Marta observa uno de los cuadros a una prudencial distancia. Me acerco con disimulo hasta situarme junto a ella.
- ¿Qué te parece?
- ¿Quieres la verdad o lo que opina todo el mundo? - contesta Marta con una sonrisa de medio lado.
- La verdad, por supuesto.
- ¿La verdad discreta o la cruda verdad?
- Siempre me gustó la vida en toda su dificultad, prefiero la verdad más cruda.
- Es una autentica mierda - aquello le otorgó más encanto aún del que manifestaba con su sola presencia.
Dejo escapar una risa espontánea - ¿Por qué?
- ¿Qué me está queriendo contar? ¿Esto es una respuesta al arte con un contra-arte? No dejo de sorprenderme cuando veo estas manifestaciones manidas de provocación. La reacción al arte ya es un ismo que queda anticuado. Estamos más que acostumbrados a lo que significaron ciertos movimientos y el porqué se manifestaron en determinada época. - Recoge su pelo por detrás de la oreja - Perdóname, pero no entiendo el significado de una manifestación artística que nació como reacción y queda tan anticuada, que comienza a resultar semejante a los clásicos que combatieron.
- Es una forma de Action Painting que recuerda en ciertos trazos al Neoplasticismo. Es rompedor y atrevido, un estilo fresco que evoca el sentimiento puro.
- ¿Intentas convencerme con teorías y conocimientos de los movimientos pictóricos? Conocer la historia te puede salvar en tu blog de opinión pero la realidad está patente - señala el cuadro - Es un intento burdo de imitación de las vanguardias para crear reacción. Para mí es una película de terror que intenta buscar el miedo fácil mediante música chirriante y un asesino tipificado. Esta obra está hueca.

En realidad yo pensaba lo mismo pero la suma ingente de dinero que habían puesto sobre la mesa para defender aquella exposición me obligaba a admirarla.
El autor sabía de mi influencia en el mundo cultural, mi blog de opinión tenía un seguimiento de millones de personas y lo que expusiera en él sería una forma de sentenciar que aquello era bueno, muy bueno.
La opinión de la mayoría puede ser moldeada de forma que podemos conducir a los consumidores de cultura hacia una manera de arte anodino y aun así hacerles creer que es lo mejor, porque está de moda, es lo que diferencia y hace estar en comunión con una opinión pública aceptada.

- ¿Qué te llevó hacia Fabio? No eres el perfil de mujer que suele entablar relación con ese farandulero -  confieso a Marta y una reacción incómoda se manifiesta en su rostro.
- Las situaciones personales de cada uno, en este mundo de fachada, deben quedar en el anonimato. Las circunstancias son mías y como conocí a Fabio es algo que no debe importarte. Más bien pregunta como he acabado aquí, hablando contigo y bajo estas circunstancias.

Esquiva. Aquello hacía despertar más aún mi interés.
Fabio siempre traía muñecas huecas, señoritas de compañía que hacían pasar un buen rato a los peces gordos de turno. En realidad, en este mundo de solemnidad el conocimiento es algo demasiado secundario.
Las opiniones personales eran algo de lo que huían las barbies siliconadas que “el romano”, como solía llamarse en el gremio, mostraba con el pecho henchido. Pero Marta no era la típica apuesta, ella rozaba casi los cuarenta, mostraba una belleza natural y con su sola presencia amenazaba con dinamitar cualquier personalidad hasta hacerla añicos.

- ¿Por qué te vendes Marta?
- ¿Quizá mi forma de venderme es diferente a la tuya Luís?, somos el producto de esta sociedad. Todos quieren de nuestra aprobación, sea de una manera o de otra, y en estos días todo tiene un precio. Cuando traicionamos nuestras convicciones para escribir una cifra en un talón nos convertimos en mercenarios: del arte, de la compañía, de la vida… llámalo como quieras.
<<Estoy cansada de las buenas palabras, las correctas intenciones, los halagos vacíos y tener que vivir con lo mínimo a final de mes. Acepto estas condiciones siendo muy consciente de la traición que me estoy auto-infringiendo pero mira donde me está encaminando: a llevar encima la cantidad que gano en años de trabajo y codearme con personajes importantes, ¿qué significa vender un poco de mi tiempo y compañía a gente que la solicite?
- Creo que te mereces algo mucho mejor.
- Todos nos merecemos algo mejor Luís o eso creemos. Quizá no nos merezcamos nada y estemos viviendo algo que no nos pertenece. ¿Cuál es nuestro delito?

Pocas personas me acorralan sin saber que decir. Pocas son las que cuando preguntan me dejan sin ningún tipo de argumento para defender cualquier planteamiento.
Marta ha tocado ese tema que está vetado en mi memoria y que hace años decidí almacenar en un armario polvoriento para no sacarlo a la luz jamás.
Mis planteamientos de la vida eran muy diferentes a los que hoy marcan mi camino. Pretendía construir un mundo mejor a través del esfuerzo y la constancia, huyendo de los enchufismos y los politiqueos pero el sistema nunca funcionó así; ni creo que cambie nunca.
Te unes o el monstruo acaba contigo, tan sencillo como dejar vencer los pilares de la rectitud para sustituirlos por una burda construcción sensacionalista que no soporta nada pero luce majestuosa.

- Lo que merecemos lo construimos con el paso del tiempo. Quizá no esté encaminando la vereda más correcta pero en mi andanza hacia el destino estoy realizando las cosas como mejor se hacerlas - respondo con cierto titubeo.
- Si lo crees así con seguridad lo será. No hay nada como desear algo con todas tus fuerzas para que se cumpla. Aunque lo que está mal realizado no deja de ser erróneo.
<< No somos santos, no estamos aquí para ser mártires. No intentes justificar tus malos actos y asúmelos como parte de ti. A partir de ahí te sentirás mejor contigo y comprenderás que tampoco está tan malo lo que haces; la mentira no es tan grave como el asesinato - Marta sonríe y se marcha dejándome anclado en el suelo como una figura de piedra a la que han posicionado en un lugar inadecuado.
Deja su estela con el rastro de su fragancia, me recuerda a Epic Woman de Amouage, y desaparece como una estrella fugaz a la que no ha dado tiempo a admirar.

La galería está llena, no me había percatado de la cantidad de gente que se agolpaba mientras conversaba con Marta, pero la realidad era que apenas podías moverte entre la multitud.
Entre dos enchaquetados con barbas pobladas y coletas altas aparece Fabio, con su altura menuda, su cuerpo rechoncho y su sonrisa pedante.
“El romano” era un personaje peculiar, tenía un andar rítmico que lo asemejaba al vaivén de una mecedora, huía de los convencionalismos estéticos y siempre vestía un traje color crema con una chaqueta cruzada que se deformaba al toparse con una prominente barriga.
Él decía que se lo realizaba un sastre italiano, pero el corte y puntada eran tan industriales que con seguridad lo compraría en una tienda de barrio donde le harían un suculento descuento de dos por uno. El dinero no hace la clase y Fabio era un claro ejemplo de ello.
Sin embargo, era una persona poderosa e influyente, a la que siempre había que tener en cuenta para cualquier tipo de evento. Un gestor nato y un visionario en los negocios. Aparte el referente nacional en señoritas de compañía o escorts, que le solicitaban con demasiada asiduidad personajes con mucho poder.
Fabio sabía demasiadas intimidades y por ello, también poseía un alto grado de influencia.

- Luís, he visto que has estado hablando con Marta.
- Sí, así es.
- ¿Qué te parece nuestra nueva chica?

Miles de pensamientos se agolpaban en mi cabeza. Buenos, malos, amenazantes, conciliadores… pero en algo coincidían: Marta era maravillosa, demasiado para estar trabajando para semejante mafioso.
Odiaba a aquel hombre por haber mancillado lo que era tan bello al ser natural, puro y sublime. Despreciaba a aquel esperpento por conseguir a una mujer que quedaba a años luz de todas las mentes huecas que acostumbraba a lucir y mostrarla como un trofeo que sólo lucía su baño de oro exterior, cuando su interior era puro diamante.
Me gustaría decir todo lo que pienso, todo lo que el lenguaje puede articular para evidenciar que Fabio era un ser despreciable y repelente pero las palabras se quedaban cortas, los fonemas no expresarían nunca mi descontento. No, nunca lo harían.

- Fabio. Quiero una cita con Marta - Y a eso se resume mi descontento, a seguir alimentando el circo.

® Juanjo Reinoso. 2018.

2 comentarios:

  1. Interesante visión de las relaciones y del arte. Y de la relación con el arte, también. Tus personajes se hacen su propia radiografía en voz alta, en una doble dirección. Al intentar justificarse, se delatan más aún en su corrupción propia. Y, al mismo tiempo, se humanizan, por el mismo hecho de tener la honestidad de desnudarse como son. Dicen que sincerarse es el primer paso, pero es como si la realidad (también la de tus vidas encontradas) estuviese diseñada para impedir el segundo paso, el del cambio en positivo. Y tengo la impresión de que esa es la poética esencial de tu propuesta, que ya te mencioné una vez: la imposibilidad de prosperar vital y emocionalmente uno mismo en un mundo adolescente. Hipertrofiado y hedonista más que evolucionado y maduro. De ahí que la solución fácil sea la resignación de Fabio, al no existir un referente sólido.

    Me gustó lo de quedarse como una figura de piedra desubicada. Sobre todo por la piedra: si estás donde no debes y encima pesas como un plomo y te has quedado anclado ahí, corregir la posición es mucho más difícil. Inclusive aunque sepas hacia dónde te quieres mover y aunque tu peso sea el del éxito, que también puede ser gravoso.

    Y si es otra persona la que consigue desplazarte, lo hará hacia donde a ella le interesa, lo cual lo vuelve peor aún.

    Bueno, ese es mi análisis. Buen trabajo.

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    1. Gracias Bonifacio por tu análisis.
      Precisamente estas vidas encontradas están hechas para que cada uno juzgue a su manera las decisiones y actos de los personajes. Expongo de manera cruda una realidad mediante una ficción y sus actos quedan reflejados en lo que eligen muchos.
      En camino del héroe, como describe Campbell puede ser de doble sentido, hacia la cueva oscura o hacia La Luz...en definitiva en héroe y el antihéroe son dos caras de la misma moneda.
      Muchas gracias por seguir el blog.

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